Ya sabes que el ignorante afirma mientras el sabio duda y reflexiona.
Ojos de agua
Domingo Villar
El inspector Leo Caldas tiene que investigar el asesinato de un saxofonista. Su ayudante es Rafael Estévez. Caldas es gallego y Estévez aragonés. Estévez admira la belleza de las tierras gallegas, pero le cuesta adaptarse al modo de ser de sus gentes.
«Algo en su interior rechazaba la incapacidad singular de los gallegos para llamar a las cosas por su nombre. Consideraba esta actitud una manía, y se negaba a reconocer que pudiera tratarse de una característica local».
Frente a la impetuosidad de su ayudante, Leo Caldas es un hombre circunspecto, tan poco dado a frivolidades que hasta le pasa desapercibida su propia fama como colaborador del programa radiofónico Patrulla en las ondas. El singular juego que dan ambos por el contraste en su manera de ser llena de vida las páginas de esta novela.
Vigo es el otro gran protagonista de Ojos de agua.
«No habrían comprendido los celtas que en las laderas de aquella montaña abrupta se pudiera construir una ciudad. Muchos siglos después, los nuevos pobladores seguían sin comprenderlo».
El crimen sacude la apariencia tranquila de las calles de Vigo, que Caldas y su ayudante recorren de arriba abajo, descubriéndonos sus rincones con esa doble mirada del oriundo que lleva a su ciudad en las venas y del forastero que va cayendo en su hechizo entre tropezón y tropezón.
«—¿Sabe qué es lo que más me gusta de esta torre, inspector?
—¿Que desde aquí no se ve la torre? —contestó Caldas, sin acercarse a la ventana».
Narrada con un lenguaje muy cuidado, muy preciso también en las partes más técnicas de la investigación, con un fino sentido del humor y un tono melancólico que se nutre de mar y nubes, Ojos de agua es la primera de las tres novelas protagonizadas por Leo Caldas y su ayudante. Terminada la lectura, las ganas de leerse la siguiente entrega de esta serie son tantas como las de darse un paseo por Vigo y tomarse una ronda en la taberna Eligio.
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Tras diez años esperando en mis estanterías, y dos intentos fallidos a la hora de empezar a leerlo, en 2020 tengo pensando leer este libro (pero en su edición en gallego) desde el principio hasta el final. Saludos y gran entrada!
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Gracias, Ginger Elvis. ¡Qué envidia me dais los bilingües! Por lo que he leído, Domingo Villar escribe en gallego primero y luego traduce al castellano… Espero que a la tercera sea la buena. Saludos 🙂
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Que bueno cuando un libro logra que quieras conocer el lugar donde está ambientado. Me encantan las citas que has puesto, ya lo anoté en mi lista (cada vez más larga) de pendientes. Muchas gracias por la recomendación y que sigas disfrutando de las lecturas, adoro las parejas de compañeros complementarias. Por cierto la entrada te ha quedado con un aire de misterio como la novela. Saludos 🙂
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Sí, Vigo tiene a un gran cicerone en Domingo Villar. Mejor que la entrada tenga aire de misterio y no de ministerio XD Gracias por comentar, Coremi. Saludos 🙂
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