STAX: Soulsville U. S. A. narra la historia del sello de música independiente Stax Records, por cuyo estudio de grabación en Memphis pasaron varios de los más grandes artistas del soul: Otis Redding, Carla y Rufus Thomas, Isaac Hayes y Sam & Dave entre otros.
Todo empezó con un estudio de grabación y una tienda de discos que abrieron dos blancos en un barrio de negros en Memphis. Esos dos blancos eran Jim Stewart, que era músico, y su hermana Estelle Axton, que hipotecó su casa para financiar la aventura. El sello se llamó Stax por las dos letras iniciales del apellido de los dos hermanos. La idea primera de Jim Stewart era grabar música country. Pero el contacto con la comunidad negra dio su fruto rápidamente. En cuanto Jim Stewart escuchó a Rufus Thomas y a su hija Carla supo que esa música era la que quería producir.
Memphis era una ciudad segregada racialmente a finales de los años cincuenta del siglo pasado. Jim Stewart y Carla Thomas cuentan una anécdota esclarecedora al respecto. Un representante de Atlantic Records quiso conocer a Carla en 1960. Tuvieron que quedar en un hotel porque blancos y negros no podían comer juntos en un restaurante. Y cuando Carla y Jim llegaron al hotel, tuvieron que utilizar un montacargas para llegar a la habitación del representante, porque los negros tampoco podían entrar por la puerta principal del hotel.
Solo había dos lugares en Memphis donde blancos y negros podían confraternizar: las instalaciones de Stax Records y el hotel Lorraine. Fue en este hotel donde años después, en 1968, asesinaron a Martin Luther King. Poco antes había muerto en accidente de aviación Otis Redding junto a los miembros de su banda, The Bar Kays, de los que solo sobrevivió uno de ellos. Estos trágicos sucesos golpearían el corazón de Stax. La lucha contra el racismo y la injusticia, junto a un sentimiento de reafirmación en las propias raíces, tendría su eco inevitable en el trabajo de los artistas de Stax y en su evolución como todo un referente cultural de la comunidad negra.
«Las cadenas que nos atan se romperán, se transformarán en oro y adornarán nuestros cuerpos como símbolos de nuestra fuerza duradera y libertad permanente de aquellos que intentaron despojarnos de nuestra historia, dignidad y humanidad».
Isaac Hayes
STAX: Soulsville U. S. A. muestra con particular claridad los engranajes de la industria musical. Stax Records tuvo que aliarse con grandes compañías para conseguir que su música llegara a todos los rincones. Era solo cuestión de tiempo que el pez grande devorase al chico. Al Bell, que llegó a dirigir el sello los últimos años, ilustra lo ocurrido con Stax con una lección profética que le dio Winthrop Rockefeller sobre las reglas del juego en un mercado capitalista:
«Si no te lo podemos comprar, te lo intentaremos copiar. Y si no podemos copiarlo, entonces te destruiremos».
STAX: Soulsville U. S. A. presenta abundante material audiovisual inédito de sus artistas trabajando en el estudio, y también de giras y conciertos. Tiene momentos impagables como cuando Otis Redding improvisa con los músicos o cuando Isaac Hayes compone la base de su mítico tema Shaft observando la forma de caminar del actor Richard Roundtree.
Y también hay otros momentos divertidos, como la gira por Inglaterra, que descubrió a unos músicos que nunca habían salido de su tierra lo mucho que gustaba su música también entre los blancos.
En resumen, cualquier amante de la música soul disfrutará de este excelente documental dirigido por Jamila Wignot, en el que, como único punto mejorable, se echa en falta el testimonio de algún representante de esas grandes compañías que salen tan mal paradas en esta historia.
STAX: Soulsville U. S. A. está producido por HBO y en España se puede ver en Max. Consta de cuatro capítulos que duran algo menos de una hora cada uno.
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Wow. Magnífico post. Un regalo de buena música.
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Se queda mucho en el tintero, pero mejor verlo. Saludos 🙂
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La Motown y la Stax son como las palabras mágicas de la música en aquella época, en la que la lucha por los derechos civiles de los negros estaba fraguándose todavía. Tiempos de segregación racial sufrida por los grandes cantantes que hacían disfrutar a los blancos con su música. Pura historia. Además en Memphis también estaban los estudios Sun y Elvis o Johnny Cash. ¿Se puede sentir nostalgia de un tiempo que no hemos vivido?
Magnífica crónica de un documental que me encantará ver y disfrutar. Otis Redding, Wilson Pickett y tantos otros brillaron con luz propia en una época en la que todo estaba por nacer. El Sello Stax fue parte del milagro.
Magnifico post Juan, un saludo ☺️
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Gracias, Eva. Siempre me ha gustado la música de esa época. Entiendo lo que dices con lo de sentir nostalgia de un tiempo que no has vivido, pero con el que conectas de una manera especial. Me ha encantado este documental y creo que te pasará igual. Ya veremos si robas alguna canción para tu blog 😆 Saludos 🙂
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¡Hola! Cuando empecé el post me pareció rarisimo pensé «¿En serio lo escribió Juan?» cuando lo asociaste con el racismo pude confirmar que era tuyo XD ¿Sabes una ficción sobre racismo que esta buena? El libro de «Matar un ruiseñor» 😉
Lo peor de todo es que el tema de la música y el color de piel sigue tan vigente como siempre en EEUU esa gente no aprende, siempre caen en los mismos patrones. Gracias por recomendar el documental, se ve interesante ¡Saludos!
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Hola, Noctua. Conocía el sello Stax y su música, el resto ha sido toda una sorpresa. Sobre historias de racismo, mi favorita es «Así nos ven». Mi único problema con el libro de «Matar un ruiseñor» es que he visto la película un montón de veces 😆 Saludos 🙂
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Qué buen comentario. Me gusta mucho el soul. En casa de mis padres, con mis hermanos, de pequeña, era una constante. Le echaré un vistazo.
Quería comentarte también que ya me acabé «Las poseídas de Stepford». Muy bueno. Me tuvo enganchada hasta el final aunque ya conociera el contexto. Lectura breve, fluida y buena. Disfruto cuando es así. No sobra nada ni le falta nada. Tiene una serie de fragmentos, ideas o reflexiones geniales. Da para hablar mucho. Vi la versión «Mujeres perfectas, pero nada que ver con lo original. También vi últimamente otra película que va en torno este tema de Olivia Wilde «No te preocupes querida» (o algo así) y la actuación de Florence Pugh es maravillosa (me encanta cómo actúa), y no está mal. Es inquietante por lo menos. Pero desde luego prefiero este libro y esta historia. Tuve que comprarlo en kindle en inglés porque no lo encontraba de otro modo. Me ha gustado tanto cómo escribe este autor que creo que en el futuro voy a leerme algo más de él. Ahora estoy segura de que supera sus versiones cinematográficas.
¡Gracias por las dos recomendaciones! Y ya va la segunda vez que me gusta un libro que reseñas. Tendré que catar Elena Ferrante:)
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Hola, Olga.
Si te gusta el soul, el documental de Stax es un regalo.
Es difícil ser más conciso que Ira Levin en «Las poseídas de Stepford». Esa sencillez amplifica la potencia de la historia. Aborda uno de los grandes temas de nuestra época con una gran inteligencia narrativa. La película de «Mujeres perfectas» está lejos del original como dices.
Gracias a ti por pasarte y leer. Es una alegría que hayamos coincidido en estas lecturas. Al final vas a tener que catar a Elena Ferrante, aunque solo sea para sacarme de la duda de si te gustará 😆 Saludos 🙂
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Pues seguro que lo veré. Y en cuanto a Elena Ferrante, te tendré al tanto, antes de que vuelvas a publicar otra reseña que me enganché a una nueva lectura y deba posponer a nuestra amiga estupenda😉 Saludos!
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Hola, Juan. Interesante documental traes. Esos empresarios terribles no salen en el film porque de seguro no atendieron a la llamada de los realizadores, suele suceder.
Con respecto a esta frase: «Si no te lo podemos comprar, te lo intentaremos copiar. Y si no podemos copiarlo, entonces te destruiremos». Es, lamentablemente, el espíritu de nuestros tiempos. Pero nada se compara a algo auténtico y realizado desde el corazón, con ganas de experimentar y disfrutar, que movido únicamente por la ambición, por eso se recuerda a Stax y no a las copias.
Saludos 🙂
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Hola, Coremi. Seguramente no han querido dar la cara los tiburones de las compañías. Se ven muy bien los mecanismos del capitalismo salvaje en este documental. Lo que pasó con Stax puede trasladarse de la música al mundo editorial y al resto de sectores de la industria cultural. Eso le da un valor añadido a este documental, aparte de la maravillosa historia de los artistas que hicieron posible esta aventura. Saludos 🙂
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Gracias por la recomendación. Voy a ver si lo encuentro en algún canal aquí.
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Hola, Paula. Espero que lo encuentres. Es un gran documental. Saludos 🙂
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