Facebook me recuerda estos días que hace dos años publiqué Fuera hace frío. Es una eternidad y un suspiro a la vez. Casi no termino esta novela. Estaba bloqueado. Hasta que una mañana, en el bus, tras un turno de noche estresante, me asaltó la imagen de Noelia bajo la lluvia con la gata en brazos. La vi con tanta claridad como si realmente estuviese delante de mí. No sé por qué surgió esta visión en ese instante, pero comprendí inmediatamente su significado trascendental para la suerte de la novela. Todavía hoy la veo en mi cabeza con toda su viveza. Parece un recuerdo real y no una invención de mi imaginación.
Me pregunto si ahora esta visión u otra de las que han dado vida a esta novela forma parte de los recuerdos de algún lector; si esta suerte de apariciones literarias en las que el escritor parece solo un médium y no el autor de su propia creación son precisamente las que recordamos después de leer una obra. O si nuestros recuerdos de lectores obedecen solo a nuestros propios fantasmas, en un juego de espejos donde el texto actúa como un cristal mágico que devuelve a cada cual el reflejo de sus propias obsesiones.
Lo que sí sé a estas alturas, dos años después de su publicación, es que muchos lectores habéis disfrutado con Fuera hace frío. Os agradezco los cálidos mensajes que me habéis enviado para hacérmelo saber. Espero que muchos más os sigáis animando a conocer a Noelia, Carlos y el resto de los personajes que me utilizaron para contar su historia 😉
Os puede interesar también El autor vuelve a la escena del crimen: Jesús Polo hace el vídeo de presentación de “Fuera hace frío”, de Juan Gómez-Pintado
Aquí podéis leer el comienzo de la novela:
Qué entrañable se me ha hecho leer esta entrada, Juan. Al hilo de lo que cuentas, pienso que la imaginación es algo prodigioso, el hecho de como esa imagen de Noelia bajo la lluvia con la gata en brazos fue tan definitiva para proseguir con tu novela … es extraordinario.
No sabría contestar a esas preguntas que te haces, pero sí creo que con frecuencia incluso la lectura puede devolvernos el reflejo de nuestras propias obsesiones.
Muy interesante. Me ha gustado mucho leerlo. Saludos, compañero 🙂
Me gustaLe gusta a 1 persona
¡Gracias, Úrsula! Es fascinante la conexión entre la imaginación y el recuerdo. La enorme plasticidad de nuestro cerebro parece disfrutar confundiendo y fundiendo la una con el otro. En cierta forma, somos lo que imaginamos y lo que recordamos. Tiene sentido que puedan ser nuestras obsesiones las que nos fijan nuestros recuerdos literarios, pero, por supuesto, pudiera ser un proceso arbitrario influenciado por múltiples factores. Saludos 🙂
Me gustaLe gusta a 1 persona
Y al final fue un personaje sosteniendo un gato (subrayemos eso) lo que acabó con el bloqueo. Si es que los gatos son extraordinarios, incluso los imaginados. Feliz dos años de publicación, y por más novelas con o sin gatos (pero siempre es mejor con ellos jajaja) Saludos Juan 🙂
Me gustaLe gusta a 1 persona
¡Gracias, Coremi! Los gatos guardianes 😉 En la nueva hay una fauna más variada, empezando por una mantis y una tarántula corporativas que dan bastante más miedo que las reales… Saludos 🙂
Me gustaLe gusta a 1 persona
Sí, leí la primera parte del relato (tengo que informarme bien para hacerme con el mismo completo de manera virtual, haciendo las equivalencias de moneda y todo eso) y lo de la señora que abre los ojos en su ataúd….bueno que estoy leyendo «Vampiros» y uno de los relatos «La dama pálida» de Alejandro Dumas ¡ocurre lo mismo!
Por cierto, has creado otra novela genial…lo poquito que leí fue interesante y con esa mirada crítica y aguda de la sociedad. No me fio de nadie jaja. Y las tárantulas y manits humanas siempre siempre dan más miedo que los insectos del que toman los nombres. Saludos 🙂
Me gustaLe gusta a 1 persona
¡Gracias, Coremi! El de un muerto que te mira acusador es uno de mis terrores de siempre. Buscaré ese relato de Dumas. Saludos 🙂
Me gustaLe gusta a 1 persona
Pingback: El autor vuelve a la escena del crimen: Jesús Polo hace el vídeo de presentación de “Fuera hace frío”, de Juan Gómez-Pintado | Sorpresa y suspense
Pingback: Sorpresas te da la vida: “Fuera hace frío”, de Juan Gómez-Pintado | Sorpresa y suspense
Pingback: Fuera hace frío (2ª edición), de Juan Gómez-Pintado | Sorpresa y suspense
Pingback: Quinto aniversario de «Sorpresa y suspense» | Sorpresa y suspense
Pingback: Una portada sin sangre: “Fuera hace frío” y la batalla por la visibilidad en Amazon | Sorpresa y suspense