«—El murciélago es el símbolo de la muerte para los aborígenes, ¿lo sabías?».
El murciélago
Jo Nesbø
Jo Nesbø hizo su debut literario con El murciélago. Esta novela negra inicia la serie protagonizada por el detective Harry Hole, que cuenta con trece entregas hasta la fecha. Al comienzo de la novela, Harry Hole aterriza en Sidney desde Oslo para investigar el asesinato de Inger Holter, una joven noruega cuyo cadáver ha sido encontrado por unos pescadores al pie de un acantilado. Lo que parece un suceso aislado pronto adquiere una mayor dimensión. Harry y los investigadores locales descubren la conexión de esta muerte con una serie de desapariciones y asesinatos sin resolver. Todo apunta a que un asesino en serie anda suelto por Australia.
Andrew Kensington, un curtido policía aborigen, es el compañero de Harry Hole en la investigación. Hace de guía para el noruego. Le explica la idiosincrasia del lugar y las particularidades de la relación entre los blancos y aborígenes, llena de abusos por parte de los primeros.
«Los aborígenes están prácticamente ausentes de la vida pública en Australia, excepto del debate político que afecta a los intereses y la cultura indígenas. Los australianos se redimen colocando arte aborigen en las paredes de sus hogares. Por otro lado, los aborígenes están muy bien representados en las colas del paro, en las estadísticas sobre el suicidio y en las cárceles. Si eres aborigen, la posibilidad de acabar en prisión es veintiséis veces mayor que para cualquier otro australiano».
Harry Hole irá descubriendo hasta qué punto esos problemas estructurales entre blancos y aborígenes han marcado el destino de su compañero. Por su parte, Harry arrastra un pasado oscuro. Su visión sombría del pecado y la culpa es propia de los cielos nublados de su Noruega natal y de la religión luterana que allí predomina:
«Creo que las personas necesitan una especie de castigo cuando ya no son capaces de aceptar sus propias acciones. Yo, por lo menos, lo echaba en falta; quería que me castigaran, que me flagelasen, que me torturasen, que me humillaran. Cualquier cosa con tal de sentir que pagaba mi falta».
Cuando Harry Hole conoce a Birgitta Enquist, una compañera de trabajo de la chica asesinada, parece que la ansiada redención se acerca. Sin embargo, un hecho imprevisto hará que Harry vuelva a descender a los infiernos para enfrentarse a sus peores demonios.

Jo Nesbø vivió seis meses en Australia y volvió de allí con El murciélago. Esa experiencia personal se ve reflejada en numerosos momentos en los que Sidney y el resto de escenarios de la novela rivalizan en protagonismo con Harry Hole y los demás personajes. Hay largos pasajes en los que la trama detectivesca queda relegada a un segundo plano, mientras los protagonistas de la novela filosofan acerca del mundo y sus circunstancias. Contaba Jo Nesbø en una entrevista en The Guardian que para crear a su detective Harry Hole había partido del estereotipo propio de la novela negra: «un inconformista con problemas». Pero, con el tiempo, se dio cuenta de que su personaje tenía mucho de él:
«Escribo algo que creo que he inventado, y solo cuando más tarde un amigo me lo señala me doy cuenta de que he estado escribiendo sobre mí otra vez».
Los pasajes más reflexivos y las digresiones que salpican El murciélago pueden molestar a los puristas del género, pero, personalmente, son esas partes las que más he disfrutado. Tampoco se puede olvidar que el humor está presente en la narración aligerando la carga dramática de la historia:
«Joder, vivimos en Sidney, la única ciudad del mundo donde son los heterosexuales quienes están en el armario».
En resumen, El murciélago, de Jo Nesbø, es una lectura ideal si te van las historias de detectives con un toque clásico, te interesa la tierra de los canguros y te gustan los dramas nórdicos.
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Hola Juan:) Apuntado queda, que estoy en racha de lectura. Estoy disfrutando incluso de lo que no me gusta, Jaja. Especialmente ando metida ahora en la urdimbre de las historias de intriga, o que tengan cierta intriga. Tus recomendaciones me han valido siempre, así que pillaré esta. Vi la adaptación de «El muñeco de nieve» y me gustó. Saludos:)
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Hola, Olga. Espero que Harry Hole no te fastidie la racha. El muchacho no es precisamente la alegría de la huerta XD Saludos 🙂
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Hola Juan,
Leí esta novela hace años y no acabó de gustarme. También debo decir que cayó en mis manos en un momento complicado de mi vida. Tal vez si la leyera ahora la disfrutaría más. Gracias por la reseña.
Un saludo,
Daniel
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Hola, Daniel. Harry Hole es un cenizo de cuidado, entiendo que en ciertos momentos se pueda atragantar XD Seguro que Nesbo tiene mejores novelas. A mí me ha gustado como escritor más allá de la trama detectivesca. Saludos 🙂
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Probé con Nesbø y no sé por qué no me enganchó mucho, quizás no era el libro adecuado o lo dejé demasiado pronto, y el caso es que me atraía mucho leer a un escritor noruego. Sin embargo me leí toda la serie completa del inspector Wallander de Henning Mankell, algunos son mejores que otros, pero cayeron todos. Los nórdicos y las novelas de detectives encajan bien. Esta reseña tuya me anima a dar una segunda oportunidad a Nesbø. Muchas gracias por estos apuntes literarios, Juan, me encanta encontrarlos. Un saludo 😊
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Hola, Eva. Entiendo que pueda atragantarse Harry Hole, sobre todo a partir de que se toma el segundo whisky 😆 No he leído a Mankell todavía y tengo ganas, más con lo que cuentas. Gracias por el soplo 😉 ¡Saludos!
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Me lo apunto. Yo también soy incondicional de Wallander, que se ha mencionado por aquí. Justo ahora estoy leyendo una novela negra de otro escandinavo (sueco), Anders de la Motte (El asesino de la montaña). De momento me quedo con Mankell, pero llevo media novela. Veremos hacia dónde va la cosa y cómo acaba. Muy buena reseña, como siempre 🙂
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Gracias, Cinelibrista. Parece que todos los caminos conducen a Mankell 😆 No conozco a Anders de la Motte. A ver qué te parece Nesbø cuando lo leas, a mí me ha gustado lo suficiente para repetir. Saludos 🙂
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