Apegos Feroces (1987), de Vivian Gornick

Portada de "Apegos feroces" de Vivian Gornick

«Pasiva por las mañanas, rebelde por las tardes, se hacía y se deshacía a diario»

Apegos feroces
Vivian Gornick

Vivian Gornick cuenta en Apegos feroces su evolución personal y afectiva desde la muerte de su padre cuando ella era una adolescente hasta el presente, ya en plena madurez. Junto a su deseo de independencia y su compromiso feminista, muestra cómo le marcan la ambivalente relación con su madre y sus insatisfactorias experiencias con los hombres.

«La manera que tiene mi madre de «lidiar» con los malos momentos es echarme en cara a gritos y en público la verdad. Cada vez que me ve, dice: “Me odias. Sé que me odias”.».

Pese a las diferencias entre Vivian y su madre, las dos se apoyan y respetan. Desde el presente, Vivian rememora sus primeros años en el barrio del Bronx donde creció y cómo todo cambió tras la muerte de su padre. El tremendo impacto sobre su madre, que vivirá durante años un luto sin consuelo, deja su huella en Vivian, todavía una adolescente impresionable. Su esfuerzo por entender a su madre será parte fundamental de su esfuerzo por entenderse a ella misma.

El otro eje principal sobre el que gira Apegos feroces es la relación de Vivian Gornick con los hombres.

«Las aventuras sexuales eran un acontecimiento que sólo muy de vez en cuando se convertía en experiencia».

Una de esas veces, conocerá a Stefan, un pintor obsesionado con su creación. Para entonces, Vivian ya tiene clara su vocación literaria. Su matrimonio con Stefan tendrá más sombras que luces. El soñado nido de artistas se convierte rápido en un escenario de múltiples desencuentros hasta la ruptura final. Vivian seguirá su camino y tiempo después vivirá una larga relación con un hombre casado veinte años mayor que ella. Su deseo de independencia encaja con la falta de un compromiso mayor, aunque al final tendrá que enfrentar la frágil base de esta unión.

Vivian Gornick reflexiona también en Apegos feroces sobre la escritura y la creatividad. Al respecto, tras asistir a una exposición del pintor Emil Nolde, escribe:

«Veo la imperiosa cualidad del propósito de Nolde, la concienzuda paciencia con la que las flores lo mantienen absorto, la clara y terca concentración del artista en el sujeto. La veo. Y pienso: es la concentración lo que otorga intensidad a la obra. El espacio que hay en mi interior aumenta de tamaño. Ese rectángulo de luz y de aire que hay en mi interior, donde el pensamiento se esclarece, el lenguaje brota y la respuesta se vuelve inteligente, ese famoso espacio rodeado de soledad, ansiedad y autocompasión se abre de par en par mientras contemplo las flores de Nolde».

Ese rectángulo de luz y de aire se percibe en Apegos feroces en toda su fuerza. Vivian Gornick escribe con precisión y hondura. Compone un retrato vivo de una mujer de su tiempo, a la que conocemos en sus fortalezas y debilidades. Su mirada sobre el mundo despierta la complicidad del lector. En definitiva, Apegos feroces es un libro tan recomendable como estimulante.

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8 comentarios en “Apegos Feroces (1987), de Vivian Gornick

  1. ¡Hola! Tengo a esta autora en pendientes desde hace mucho y este es de sus libros más conocidos, aunque desconocía que se centrara tanto en su relación con los hombres tenía entendido que su vinculo con su madre era el centro de la trama. Quizás lo lea el año que viene y así lo sumamos al Club no Oficila de Lectura 😉 ¡Saludos!

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  2. No conozco a esta escritora, pero me ha gustado tu reseña, y me ha llamado la atención esa parte final donde hablas del “rectángulo de luz y de aire” que realmente parece ser lo único que le pertenece. Una idea que si está bien desarrollada me parece importante cuando las circunstancias vitales no han sido ni son las mejores. Gracias Juan, probaré con estos “Apegos Feroces” que recomiendas. Saludos!!

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  3. Hola, nueva lectura agendada (mi lista solo crece y crece, auxilio XD)
    Es interesante analizar que muchas feministas han tenido relaciones complejas con sus madres y parejas masculinas. Parece un patrón que se repite.
    Ya leí que es la nueva propuesta para el «Club no Oficial de Lectura», ok ok lo pondré como prioridad. Saludos y felices fiestas 🙂

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    • Hola, Coremi
      Dentro de ese patrón que comentas, en Vivian Gornick destaca su necesidad de entender, lo que la aleja de cualquier discurso doctrinario. Se merece un hueco en el Club no Oficial de Lectura, pero ya sabes que son muchos los llamados y pocos los elegidos 😆 Ya contarás si lo lees. Felices fiestas 🙂

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