«Pleamares de la vida» (1948), de Agatha Christie

Portada de "Pleamares de la vida", de Agatha Christie

«Lo cierto es que nadie se supone, por inminente que sea un peligro, que sea él precisamente quien haya de morir. ¡Cree siempre que la bomba ha de herir por fuerza a los demás!».

Pleamares de la vida
Agatha Christie

Agatha Christie publicó Pleamares de la vida en 1948. El clima posbélico da un sello distintivo a esta nueva aventura de su detective más famoso, el bigotudo Hércules Poirot. Gordon Cloade es un millonario que muere en un bombardeo aéreo al final de la guerra. Su boda con la joven Rosaleen poco antes convierte a esta en la heredera de su cuantiosa fortuna. Los familiares de Gordon Cloade, por los que él siempre había velado, ven a Rosaleen como una intrusa que les ha robado lo que siempre han considerado suyo. Hay rumores de que el primer marido de Rosaleen podría no estar muerto como afirma ella, y de que su hermano quizás no es su hermano y está unido a ella por otra clase de vínculo.

Agatha Christie muestra en Pleamares de la vida un escenario idílico, una pequeña villa cerca de Londres en la que todos se conocen. El crimen viene a sacudir los cimientos de esta comunidad, que se puebla de sospechosos mientras Hércules Poirot intenta descifrar el rompecabezas que tiene ante él.

«―¿Qué es lo que causa el crimen -requirió retóricamente Hércules Poirot―. Aunque no lo parezca, esta pregunta envuelve un problema de difícil solución. ¿Qué estímulos se necesitan para cometerlo? ¿Qué innatas predisposiciones es preciso tener? ¿Son todos, acaso, capaces de él, de alguna forma de crimen, al menos? ¿Y qué sucede, esto es lo que yo me he venido preguntando desde el comienzo, qué sucede cuando la gente que ha estado resguardada siempre contra todos los riesgos de la vida, pierde de pronto esa protección?».

Esos «riesgos de la vida» están acentuados en la época posterior a la guerra, una época de estrecheces e incertidumbre. Las quejas al gobierno y sus impuestos, que agravan los problemas existentes, son frecuentes en la novela. Agatha Christie profundiza en los móviles de unos y otros y consigue, con su habitual maestría, que podamos considerar capaces de cometer un crimen a ciudadanos que, a priori, cualquiera desearía como vecinos.

Aunque el elemento de crítica social existe, queda supeditado al juego lógico para descubrir al asesino, como es propio de las novelas de whodunit. Agatha Christie escribe Pleamares de la vida en el canon reconocible de la Edad de Oro de las Novelas de Detectives. El crimen introduce el caos en un mundo de orden que será restablecido cuando se descubra al culpable. En este caso, las diferentes sorpresas que se suceden en una trama que Christie borda con su habitual maestría conducen a un desenlace que brilla particularmente.

Agatha Christie reflexiona en Pleamares de la vida sobre el choque entre el rol tradicional asignado a las mujeres y su nuevo papel en la sociedad. Lo hace a través de Lynn, una mujer que ha vuelto después de prestar servicio en la guerra:

«Casarse con Rowley significaba vivir en la granja, renunciar a viajes, a ver otro sol y otros cielos, a oler los perfumes exóticos de otras flores, a perder en fin, la libertad…».

La resolución que le da Agatha Christie a esta parte de la historia resulta tan discutible como sorprendente. Esto hace todavía más interesante la lectura de Pleamares de la vida, que destaca en el conjunto de la obra de su prolífica autora.

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17 comentarios en “«Pleamares de la vida» (1948), de Agatha Christie

  1. ¡Hola! No conocía este libro de la autora, me sorprende que lo protagonice Poirot y no sea más famoso, ni siquiera recuerdo alguna adaptación.

    Esos elementos de crítica social que quedan en el fondo mientras el misterio toma protagonismo es algo que pasaba bastante en los whodunit, tengo entendido que en parte por eso se creo la novela negra como la conocemos hoy en día, para dar más visibilidad a ese tipo de temas.

    Me quede picada con este libro, voy a buscarlo entre la colección de mi abuela a ver si lo tiene, no voy a descansar hasta comprobar sus existencia 🤣 ¡Saludos!

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    • Hay una adaptación para la televisión. Este libro siempre me llamó la atención por el título (como otros de Agatha Christie está sacado de una obra de Shakespeare). Si hay alguna edición reciente, vete a saber si estará censurada como otras de las últimas que han publicado de Agatha Christie. Esa colección de tu abuela es un tesoro XD

      La novela negra, en su origen, está en las antípodas del «whodunit», en el que la crítica social es indirecta y superficial.

      Saludos 🙂

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      • Si encontré la adaptación a TV que le hicieron, todavía tengo que buscar el libro. Lo increíble de esto es que son las editoriales las que se estan «auto censurando», me parece tan extraño que creo que es una estrategia de marketing para después sacar los libros «sin censura» y venderlos más caros, solo así tiene sentido lo que están haciendo…

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      • Las editoriales están para ganar dinero, no para defender los intereses de los autores. Si pensaran que podían vender la versión sin censurar más cara, ya lo estarían haciendo. Quizás acabe pasando con estas ediciones adulteradas como con los vinilos censurados, que acaban siendo más caros porque los coleccionistas los buscan por su rareza.

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  2. Hola, suena muy interesante este planteamiento. No es el típico que solía leer en sus novelas a los 12 años. Sorpresas y suspenso te da la vida (malísimo el chiste, mi padre me está contagiando su humor sin gracia XD) En fin, que tiene muchos puntos dignos de ser analizados, al querido Hércules y un misterio. Lo buscaré. Saludos 🙂

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  3. Pero qué reconfortante es volver a Agatha Christie. Casualmente acabo de leer uno que no conocía, «Un crimen dormido» (Sleeping Murder), una de las novelas que dejó guardadas en una caja fuerte para que se publicaran después de su muerte. Me gustó, pero no soy nada imparcial con Agatha Christie, porque las primeras novelas que leí de niña/adolescente fueron las suyas. Como tú dices: es como volver a casa. Volveré a leer «Pleamares de la vida» gracias a tu gran reseña, qué ganas 🙂

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