Todas las historias que nos enganchan tienen una parte previsible, otra que resulta reveladora y una conclusión que ata su sentido.
Mirad la portada de «Fuera hace frío».
Su lectura normal es de arriba abajo.
Lo que estáis viendo es el comienzo de la novela.

Os propongo una lectura diferente: de abajo arriba. Si tomáis el primer término de la imagen como el comienzo, veréis una proyección inesperada de la historia.
Así es como sigue la novela.
¿Y el final?
Lo único que os digo es que no hay gato encerrado…