Las demandas de divorcio se han disparado tras dos meses de confinamiento obligado por el Covid-19. Antes de eso ya eran mayoría los matrimonios que acababan en ruptura. Las uniones para toda la vida son cada vez más una fantasía de película romántica con final feliz. El éxito de estas ficciones explica los deseos de su público pero rara vez su realidad. Comento brevemente cinco películas sobre divorcios con un resultado artístico sobresaliente.
Secretos de un matrimonio (1973), de Ingmar Bergman

Concebida como una miniserie de televisión y posteriormente estrenada en cines con un metraje acortado, su pase por la pequeña pantalla provocó un aumento de los divorcios en Suecia. Marianne y Johan son un matrimonio ideal que está a punto de saltar por los aires. Bergman quería exponer «el hecho claro de que el ideal burgués de seguridad corrompe la vida emocional de la gente, la socava, la atemoriza». Liv Ullmann, que había terminado su relación amorosa con Bergman hacía poco, brilla con extraordinaria fuerza en esta película en la que sus dos protagonistas viven un carrusel de encuentros y desencuentros.
Nader y Simin, una separación (2011), de Asghar Farhadi

Simin, preocupada por el futuro de su hija y las circunstancias en su país, Irán, quiere que se vayan a vivir fuera en busca de un futuro mejor. Nader, que tiene a su padre con Alzheimer, se opone. Sin su consentimiento, Simin no puede llevarse a su hija ni divorciarse. Desde la primera secuencia en la que ambos hablan de frente a la cámara en su interrogatorio con el juez, que ocupa la posición de los espectadores, somos partícipes del drama de estos personajes, cuya situación irá complicándose de una manera sorprendente. Asghar Farhadi comentaba que «el mayor conflicto es el que un individuo tiene con él mismo […] hablamos de cuestiones morales antes que de cuestiones sociales». Su habilidad para contar esta historia nos sacude las emociones al tiempo que suscita nuestra reflexión sobre la odisea que viven sus protagonistas.
Sin amor (2017), de Andrey Zvyagintsev

Película dura, sin concesiones, un retrato genuino y crudo del mundo en el que vivimos. Un hombre y una mujer que se odian están en pleno trámite de divorcio cuando su hijo desaparece. El ritmo pausado y la frialdad con la que la cámara nos muestra el abismo en el que se precipitan los protagonistas ahondan su impacto dramático… Andrey Zvyagintsev quería hacer una adaptación de Escenas de un matrimonio, pero el proyecto no fraguó porque su productor no consiguió los derechos y acabó volcándose en esta historia. Una obra maestra que deja huella.
Kramer contra Kramer (1979), de Robert Benton

Basada en una novela antifeminista de Avery Corman, narra cómo el protagonista y su hijo son abandonados por su mujer, lo que provoca un vuelco completo en su vida. Robert Benton intentó equilibrar la historia para que el personaje que interpreta Meryl Streep no fuese el más antipático de la historia del cine. Fue la propia actriz, animada por Benton, quien escribió su monólogo en la parte clave de la película. Meryl Streep era entonces una joven desolada por la muerte de su pareja, el también actor John Cazale. Su relación con Dustin Hoffman fue mala desde el primer momento del rodaje (él la abofeteó sin avisarla en el primer plano que rodaron juntos). El estreno de Kramer contra Kramer tuvo una enorme repercusión, que en España se juntaba al debate sobre la Ley del Divorcio que ya estaba a punto de aprobarse. Su guion, con escenas magistrales como las de los desayunos entre padre e hijo, sigue siendo una referencia en los mejores manuales de guion.
Historia de un matrimonio (2019), de Noah Baumbach

Un director de teatro y una actriz se divorcian y pelean por la custodia de su hijo. Intentan que el infierno que se desata en los juzgados no destruya su aprecio mutuo. Noah Baumbach se inspira en su divorcio de la actriz Jennifer Jason Leigh para mostrar el cruel circo en el que puede convertirse una separación. Combina momentos de gran dureza con otros humorísticos para acabar componiendo un hermoso retrato de sus protagonistas, con sus virtudes y defectos. El monólogo de Laura Dern que desnuda las miserias del discurso tradicional sobre el diferente rol del hombre y la mujer es ya un clásico.
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Hay dos que no he visto, así que apuntadas quedan 😊
Gracias, Juan. Un saludo
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Sean las que sean, acierto seguro 🙂 Saludos, Úrsula!
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Únicamente he visto las dos últimas, «Kramer contra Kramer» me encanta a pesar de que ya han pasado un par de años desde la última vez que la revisité, mientras que “Historia de un matrimonio” era una película a la que le tenía muchas ganas pero que me decepciono tanto que después de la primera hora la tuve que dejar de ver (muy poco ritmo).
Saludos y me apunto las otras películas citadas!
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Me pasó parecido con el arranque de «Historia de un matrimonio», hasta que entran en juego los abogados. Yo le daría una segunda oportunidad. En todo caso, espero que te gusten más las otras películas si las ves. Saludos 🙂
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Hola Juan, «Nader y Simin, una separación» la ví hace un tiempo al igual que «Kramer vs Kramer». La primera me dejó algo descolocada con el final, recién me estaba estrenando con películas de Medio Oriente, que por cierto habría que darle más visibilidad al cine de allí, sus historias tienen una carga emocional muy grande. No sé, es aún hoy que recuerdo «Las tortugas también vuelan» me impactó mucho su visionado. Asique tu entrada pienso es una puerta a que más gente le dé una oportunidad al cine iraní y demás.
Fue con el movimiento Me Too que me enteré que Meryl Streep se llevaba mal con Dustin Hoffman, supongo hace que la película parezca más real aún (a pesar de que no debe ser fácil trabajar con alguien que detestas, pero fueron muy profesionales ambos) y en sí la miré sólo porque en «Mi nombre es Sam» Sean Penn (Sam) en el juicio cita textualmente al personaje de Hoffman. Tengo pendiente «Historia de un matrimonio» aunque «Sin amor» y «Secretos de un matrimonio» me han llamado más la atención (caigo en la cuenta de que ponen mucho matrimonio en los títulos XD). Saludos y gracias por tus recomendaciones 🙂
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El final de «Nader y Simin» descoloca, como dices, pero qué historia y cómo está contada. No he visto «Las tortugas también vuelan», se me pasó en su momento, después de lo que cuentas la tengo que ver 😉 «Sin amor» es tremenda. Si ves alguna de estas películas, ya me contarás si te gustan. Saludos 🙂
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