Acabo de registrar mi nueva novela. Se llama El cantante que desafinaba. Vuelve la inspectora Lidia Cruz y vuelve la diversión. En breve os hablaré de ella. Hoy quiero comentar mi visión sobre escribir en los tiempos de la Inteligencia Artificial. Al rellenar el formulario del Registro de la Propiedad Intelectual me he encontrado con la siguiente pregunta:
NOTA: El análisis que sigue sobre La lotería puede arruinar su lectura a quien no lo conozca todavía por la información que aquí se ofrece del mismo. Avisados quedáis 😉
La lotería. Ilustración de Marta Gómez-Pintado
Shirley Jackson escribió su relato La lotería en junio de 1948. El 28 de ese mismo mes lo publicaba el semanario The New Yorker. El escándalo y el éxito fueron inmediatos. El semanario recibió en los siguientes días el mayor aluvión de cartas de su historia. Muchas eran de suscriptores indignados que querían darse de baja. Sigue leyendo →
«Las mentiras resultan a menudo mucho más verosímiles, más atractivas para la razón, que la realidad, porque quien miente tiene la gran ventaja de conocer de antemano lo que su audiencia espera o desea oír. Ha preparado su historia para el público con la preocupación de hacerla creíble, mientras que la realidad tiene el hábito desconcertante de confrontarnos con lo inesperado, para lo que no estábamos preparados».
Crisis de la República Hannah Arendt
Nuestro espíritu crítico se activa cuando tenemos que tomar una decisión, elegir entre bienes incompatibles o el menor de los males. Si nos engañan o interpretamos equivocadamente la información que tenemos, tomaremos una mala decisión que, desde ese momento, justificaremos. La fe que ponemos en nuestras decisiones nace de esa misma capacidad que tenemos para la «suspensión voluntaria de la incredulidad» ante la ficción de la que hablaba Coleridge. Por lo mismo, la ficción puede activar nuestro espíritu crítico e introducir una saludable duda sobre la verdad de nuestra situación.