
La plaza de un pueblo, un autobús lleno, un hombre asesinado, ningún testigo… Así comienza El día de la lechuza, que nos introduce de inmediato en un mundo cerrado y oscuro como la boca de un muerto. Estamos en Sicilia, donde la mafia impone su omertá. El capitán Bellodi, oriundo del norte, será el encargado de investigar este crimen. Rápidamente comprobará que para los sicilianos la protección la brinda la mafia y no los representantes de las fuerzas del Estado, a los que ven como opresores.
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