Impresiones salteñas, el Cerro de los 14 Colores y la bolsa del muerto

  • Catedral de Salta

Salta, la capital de la provincia argentina del mismo nombre, tiene un montón de atractivos como sus calles y plazas de estilo colonial, sus jugosas empanadas de carne (“que se comen con las piernas abiertas” para evitar que te manches con su salsa) y sus famosas peñas, en las que artistas locales amenizan comidas y cenas con el folclore musical de la zona, presente, por lo demás, en todos los rincones de la ciudad.

Pero quien ha estado en Salta es raro que olvide otra de sus características: su tráfico dantesco. Personas amables y simpáticas se vuelven auténticos psicópatas en cuanto se ponen al volante de sus coches. Cruzar un paso de peatones en Salta es un deporte de riesgo. Los conductores se lo toman como una provocación y aceleran como posesos. Pero no solo la toman con los peatones, sino con todo lo que se mueva por la vía. Allí no se cambia de carril, se toma al asalto.

Comentando esto con un guía local mientras dábamos tumbos por un camino de ripio con el 4×4 camino del Cerro de los 14 Colores en la Serranía del Hornocal (Jujuy), surgió el tema de la policía de Tráfico, que en otros lugares son una auténtica mafia. Según nos contó el guía (preservo su identidad para que no le frían a multas, que uno nunca sabe quién puede leer estas líneas), alguna mordida hay, pero la gente se lo toma con más humor que drama. Así nos contó que, por ejemplo, una noche partió desde Salta para Buenos Aires. Tenía por delante 1468 kilómetros de carretera, una distancia casi moderada dentro de la inmensidad de Argentina. El agente que le paró a las afueras de Salta, al enterarse de que iba a la capital, le dijo:

―Tenés mucho camino por delante. No perdamos tiempo. Dame para una limonada y buen viaje.

Este guía nos dijo que la policía de tráfico más peligrosa era la de Córdoba. No había manera de salir sin una multa de sus dominios. Para ilustrar su afirmación, nos contó lo que le pasó a un amigo suyo que presumía de no haber tenido que pagar nunca una multa porque conducía con tanto apego a las normas de circulación que jamás le paraban. Este hombre, temerario como pocos, emprendió un viaje a Córdoba con el exclusivo objetivo de poner a prueba su inmaculado expediente. Volvió derrotado. Le cazaron con un viejo truco:

―Le pidieron la bolsa del muerto.

La bolsa del muerto se usaba en tiempos para cubrir los cadáveres de los accidentados y transportarlos. Ya no es obligatoria, pero, para cuando lo descubrió, el amigo del guía ya estaba de vuelta en su casa.

  • Cardón apuntando al cielo
  • Cardón Detalle
  • Purmamarca y montañas
  • Purmamarca Calle
  • Llama detrás de valla
  • Purmamarca verde y nubes

Llegamos al Cerro de los 14 Colores antes de mediodía. Ascendimos a una altitud de 4.300 metros. Algunos mascan coca para mitigar el efecto de la altitud y que no les dé el mal de altura, pero, como nos explicó el guía, esta precaución es innecesaria si no se va a realizar un esfuerzo físico importante y se está en buena condición física. En la base del cerro hacía sol, pero cuando llegamos arriba llovía y la niebla lo cubría todo. Veníamos de Purmamarca, bello lugar enclavado en el llamado Cerro de los 7 Colores. Parecía que nos íbamos a quedar sin comprobar por qué habían bautizado con el doble de colores a este cerro de la Serranía del Hornocal. Vimos a unos motoristas brasileños que se volvían después de una larga espera infructuosa. Debía ir Moisés con ellos, porque apenas cinco minutos después de que se marcharan dejó de llover y la niebla se levantó. Emergió ante nosotros el Cerro de los 14 Colores con toda su belleza sobrecogedora, que te reconcilia con el mundo entero, incluidos también los conductores de Salta y los policías de Tráfico que, por esas alturas, no asoman.

  • Cartel de bienvenida al Hornacal
  • Cerro de los 14 colores con niebla
  • Cerro de los 14 Colores
  • Cerro de los 14 Colores y caminantes
  • Cerro de los 14 Colores Detalle
  • Cerro de los 14 Colores con nubes

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17 comentarios en “Impresiones salteñas, el Cerro de los 14 Colores y la bolsa del muerto

  1. ¡No sabía que estabas de viaje por esas latitudes! ¡Qué interesante todo! Espero con ganas el resto de la crónica viajera. Y lo de la bolsa del muerto… Y yo quejándome de la obligación de llevar el chaleco y los triángulos.

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    • Hola, Daniel. Ya me gustaría seguir por allá 😆 Estuvimos en noviembre. Un viaje memorable. Las cataratas de Iguazú, las ballenas en Península Valdés, el glaciar Perito Moreno, el paseo por el canal Beagle, la inmensidad de Buenos Aires… Sacaré alguna entrada más del viaje, en su momento publiqué algunas fotos por Instagram.
      Parece que sigue siendo una práctica relativamente común la de pedir la bolsa del muerto. Para quejarse del chaleco y los triángulos como dices 😆

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  2. Qué chulo y qué envidia Juan!! Argentina es uno de mis destinos pendientes y me encantaría hacerlo como tú, haciendo kilómetros y disfrutando de gentes y paisajes. Magníficas fotografías, nos has transportado a ese cerro multicolor, y dan ganas de probar esa cerveza gigante. Lo de la “bolsa del muerto” me ha llegado al alma, humor negro del bueno. Gracias por este reportaje viajero!

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    • Hola, Eva. Anímate, que no te vas a arrepentir. Son muchas horas de vuelo, pero merece la pena, y te lo digo yo que no me gustan nada los aviones 😆 La gente es majísima y el paisaje es de una riqueza asombrosa.
      Como dices, lo de la bolsa del muerto es humor negro del bueno. Allá la gente tiene un gran sentido del humor.
      El día en el que quedó inmortalizada esa cerveza gigante hacía un calor tremendo y nada usual en Salta. Excuso decir que no quedó ni la espuma 😆 Saludos 🙂

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  3. Hola, Juan. Pues ya sé cuál es la provincia que más te gustó de tu viaje. Todo lo que te contó el guía sobre la policía de tráfico es verdad y Córdoba es una de las provincias más jodidas en cuanto a multas. Creo que te cobran hasta por respirar fuerte. El tráfico en las ciudades es salvaje en todo el país, incluso en ciudades medianas. Y lo de acelerar cuando estás cruzando es ya un deporte. Espero que no te hayas tenido que encontrar con la segunda categoría: los motociclistas que andan por la vereda.
    Saludos y espero que reseñes otras de tusa venturas por la zona. Se ve que hay mucha tela para cortar 🙂

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    • Hola, Coremi. Me alegra comprobar que lo que nos contó el guía no era una leyenda urbana 😆 Nos pararon varias veces en Jujuy, pero eran controles por la proximidad de la frontera. Me encanta Salta, pero también otros lugares. Ya vi que lo de acelerar cuando cruza un peatón por el paso es una costumbre casi tan extendida como la de tomar mate 😆 En los motociclistas por la vereda no me fijé, quizás porque aquí es muy parecido 🤔 Hasta la siguiente aventura 🙂

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    • Hola, Paula. Cualquiera puede caer en la trampa, con todas las normas absurdas que no parecen tener otro propósito que cazar al pobre incauto que tropieza con el aplicado funcionario de turno. Vuestros comentarios me animan, contaré alguna cosa más del viaje. Saludos 🙂

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  4. ¡Hola! Conducir el latinoamerica es un deporte de alto riesgo, creo que estabas más seguro en el cerro con todo y lluvia que en la ciudad, desconocía lo de «la bolsa del muerto» parece sacado de una película de humor negro.

    Como dato curioso una vez estaba cruzando una calle con raya peatonal y los vehículos que venían pararon, habían personas con cámaras que parecían turistas y dijeron «Solo en Uruguay pasa esto» creo que fue la única vez que sentí algún aprecio por mi país XD

    Me alegra que pudieras disfrutar de la cerveza y las maravillas naturales, la gente también parece agradable cuando no están en sus autos XD ¡Saludos!

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    • Hola, Noctua. Felicitaciones para los conductores de tu país, es bueno saber que hay gente por allá que no se transforman en psicópatas en cuanto se ponen al volante 😆 Entiendo el asombro de esos turistas. Cuando regresé a Madrid el primer día o dos me alucinaba ver a los coches frenar y no acelerar en los pasos.
      Lo de la bolsa del muerto es bueno, pero me gusta más incluso lo del amigo que fue a propósito a ver si no le multaban 😆 Saludos 🙂

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  5. Hola Juan:) Estaba revisando tu entrada desde mi nueva cuenta y fijándome en el colorido del cerro de los 14 colores. ¿Es verdaderamente así, con esa disparidad de colores? Me impresiona. Si lo pintara alguien, parecería mentira. Es genial. Qué maravilla.

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